2[FRACASO]
Evidentemente, allí no lo hallaría. Entró a una clase de Historia Argentina Contemporánea y se olvidó del problema.
Su día transcurrió normalmente, sin mayores sobresaltos, hasta la hora en que debía encontrarse con su novia. Ella era delgada y hermosa, una mujer delicada, fina, que hacía buena pareja con él. No discutían casi nunca, trataban de mantener la paz y la pasión, pero él, sin embargo, ya no aguantaba la relación. Se sentía culpable, pues sabía que el fallo era suyo, pero tuvo que cortar la relación.
Cuando terminó de hablar y vio a Adriana llorando, se sintió vacío, inútil y cruel. Años de espera por una mujer habían sido inútiles. Se sintió un desagradecido, un estúpido. Había fallado, y todo el tiempo que consumió en su pasado penando por amores imposibles se le reveló carente de sentido. Toda su fugaz existencia anterior le pareció vana.
Pero ahora tenía un propósito en el presente. Debía encontrar al dueño de aquel nombre que lo obsesionaba, y su vida iba en ello. Cansado, se fue a dormir.
Su día transcurrió normalmente, sin mayores sobresaltos, hasta la hora en que debía encontrarse con su novia. Ella era delgada y hermosa, una mujer delicada, fina, que hacía buena pareja con él. No discutían casi nunca, trataban de mantener la paz y la pasión, pero él, sin embargo, ya no aguantaba la relación. Se sentía culpable, pues sabía que el fallo era suyo, pero tuvo que cortar la relación.
Cuando terminó de hablar y vio a Adriana llorando, se sintió vacío, inútil y cruel. Años de espera por una mujer habían sido inútiles. Se sintió un desagradecido, un estúpido. Había fallado, y todo el tiempo que consumió en su pasado penando por amores imposibles se le reveló carente de sentido. Toda su fugaz existencia anterior le pareció vana.
Pero ahora tenía un propósito en el presente. Debía encontrar al dueño de aquel nombre que lo obsesionaba, y su vida iba en ello. Cansado, se fue a dormir.
CONTINUARÁ...
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