jueves, 7 de enero de 2016

División Argentina

Señores, para el primer post de la nueva columna política voy a hacer algo que debí hacer hace ya un buen tiempo.

Uno de los principales "argumentos" que esgrimen muchos de los anti-k (curiosa denominación, por otro lado) es decir que los Kirchner generaron la división social. Más allá de que no es un argumento, sino una sentencia repetida tantas veces que mucha gente la da por cierta, porque jamás se dio un motivo específico o una medida específica de gobierno que "generara" la división social (pongámosle, como si de repente Argentina aboliera la propiedad privada), en realidad decir que Cristina generó la división social en Argentina es como decir que Estados Unidos inventó la guerra.

No, bajo ningún punto de vista. Sólo basta leer historia argentina un poco para darse cuenta que la división social es una característica recurrente en la Argentina desde su misma aparición en escena.

La división social en Argentina existe desde la Primera Junta, y pasó por todos los regímenes políticos, tanto de izquierda como de derecha, y con todos los grados de intensidad posibles. Baste recordar ahora la lucha violenta entre unitarios y federales, que dividió literalmente al país durante 50 años en el XIX, o entre conservadores y radicales a fines del XIX, o entre inmigrantes y "nativos" a principios del S. XX, o entre militares y demócratas desde el 30 en adelante, peronistas y radicales desde el '47, milicos y rebeldes desde el '55 hasta el '89 (con los carapintadas), menemistas y antimenemistas en los '90, neoliberales y antiliberales a partir del 2001, etcétera.

Por otro lado, asegurar que la "división", así como se la llama, la generó el gobierno en sí es como echarle la culpa de una violación a la víctima: a ningún gobierno le conviene una sociedad polarizada, porque eso te pone una fecha de vencimiento. Esto se ha dicho incontables veces, pero cualquier política que roce al establishment genera una reacción violenta por parte de los grupos de poder, que, usualmente peleados entre sí, se vinculan para atacar con virulencia a cualquier gobierno moderadamente popular. Baste mirar cualquier tapa de Clarín o La Nación para notar lo que pasa.

Lo que pasó en los últimos años es que se evidenció el conflicto social preexistente en la Argentina, porque, como con el peronismo clásico, mucha gente apoyó a un gobierno que consideró como propio, y no un mero avatar de los poderes coloniales. Si el gobierno fue realmente honesto, productivo, etcétera, eso ya se deja a criterio de cada uno, pero es innegable que el gobierno anterior se ganó la lealtad de una gran parte de la población, y eso generó ondas profundas en el estanque, ondas visibles desde la superficie mediática.

¿Podríamos decir que el gobierno anterior vivió durante una época en que se evidenciaba una clara división social? Sí, sin duda. ¿El gobierno anterior hizo ALGO para paliar esta división? No me consta. Pero tampoco me consta lo opuesto.

Cualquier medida que se tome, y que sea mínimamente relevante para el destino de un país va a generar rechazo de parte de muchos sectores sociales, ya sea esta medida progresista o conservadora. Afortunadamente podíamos, en el gobierno anterior, expresar nuestro rechazo de mil formas diferentes, y podíamos contar con medios que adoptaran cualquier postura, SIN MIEDO A REPRESALIAS por parte del gobierno. Aún con sus deudas pendientes (caso Mariano Ferreyra, que no fue baleado por la policía dicho sea de paso, si no por el gremio ferroviario).

Este gobierno YA tomó medidas en contra de los que hablan mal de ellos. Despidos masivos, cierre de programas de alto raiting, hackeo de la página web de Página 12 (está bien, podemos decir que no fue una medida de gobierno explícita, pero fue un ataque organizado a un medio opositor) y baleo a manifestantes (que SE HABÍAN MANIFESTADO TAMBIÉN CONTRA EL GOBIERNO ANTERIOR, pero sin balas).

Combatir la "división social" (gente, todas las sociedades son conflictivas) es complejísimo. Una de las formas de amortiguarla, por derecha, es aniquilarla por las armas, silenciarla mediáticamente, demonizarla. Fue lo que hicieron las sucesivas dictaduras militares. O algunos regímenes comunistas, llegado el caso. Una forma, digamos por izquierda, de combatir la división social es no hacer nada. Pero nada de nada, nada que pueda resultar mínimamente conflictivo: y esto es un quilombo, nadie puede moverse sin que a alguien le moleste. La otra es moderar, ser extremadamente diplomáticos, cosa también sumamente difícil. El gobierno anterior no hizo ninguna de las tres. Pero, sin duda, hizo muchas cosas, tomó muchísimas medidas, controvertidas, si se quiere, pero que en la mayoría de los casos funcionaron..

Este... parece que quiere acallar la disidencia a balazos y censura. Por suerte, existe internet.