Existe un leve grado de irreverencia.
Una leve sospecha de autocrítica infundada.
Un inevitable sentimiento de impotencia y pequeñez ante la pequeña enormidad del espacio humano.
Un moderado esfuerzo por hacer de mi vida una creación artística.
Un fuerte sentimiento de resistencia a lo inevitable.
Una mediana sospecha acerca del progreso.
Una enorme cantidad de resentimiento y frustración.
Una moderada soledad de pensamiento.
Un deseo de comprensión en jerarquías móviles.
Un orgullo injustificado.
Un esfuerzo por mantener la coherencia.
Un mínimo esfuerzo por verdaderamente cambiar las cosas.
Un violento deseo sexual.
Un fuerte sentimiento de asco hacia ciertas expresiones.
Un incomprensible yo interno.
Una humorada con sabor negro, ácido y radiactivo.
Una pretensión de seguir vivo.
Una lucha contra la muerte en vida.
Una mediocridad apenas combatible.
Unos enemigos invisibles a quienes cuesta no tener piedad.
Una inseguridad premeditada.
Unos "enemigos" visibles a quienes cuesta tener piedad.
Un enorme sentido del ridículo.
Un largo monólogo sobre mi existencia.
Absurdo.
Una leve sospecha de autocrítica infundada.
Un inevitable sentimiento de impotencia y pequeñez ante la pequeña enormidad del espacio humano.
Un moderado esfuerzo por hacer de mi vida una creación artística.
Un fuerte sentimiento de resistencia a lo inevitable.
Una mediana sospecha acerca del progreso.
Una enorme cantidad de resentimiento y frustración.
Una moderada soledad de pensamiento.
Un deseo de comprensión en jerarquías móviles.
Un orgullo injustificado.
Un esfuerzo por mantener la coherencia.
Un mínimo esfuerzo por verdaderamente cambiar las cosas.
Un violento deseo sexual.
Un fuerte sentimiento de asco hacia ciertas expresiones.
Un incomprensible yo interno.
Una humorada con sabor negro, ácido y radiactivo.
Una pretensión de seguir vivo.
Una lucha contra la muerte en vida.
Una mediocridad apenas combatible.
Unos enemigos invisibles a quienes cuesta no tener piedad.
Una inseguridad premeditada.
Unos "enemigos" visibles a quienes cuesta tener piedad.
Un enorme sentido del ridículo.
Un largo monólogo sobre mi existencia.
Absurdo.
2 comentarios:
"Existe (...) Absurdo": violà. Sabemos que es una gran posibilidad que nada tenga sentido, que todo sea azar. Supongo que sólo resta ser Moria Casán (que levantaba la ventanilla del auto cuando se acercaban chicos pobres a pedirle plata)... o matarse lo más rápidamente lento posible: a cigarrillos y alcohol. Quizás seamos uno de esos rulos del destino o del azar que causarían gracia por su inesperada ironía a algún gran dios.
Mierda,
Por dios! Qué bueno que tengas las cosas tan claras.
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